Debo decir que si estaba un poco terco hace rato fue por lo que ya te expresé, aún me aterran muchas cosas que me sucedieron. Confiar en alguien me toma más tiempo de lo debido y es por ello que no quiero forjar contigo algo que no tome sus cimientos en las mentiras. Estoy harto con honestidad pero también deseoso de creer que lo nuestro tiene un futuro y más allá de ello, “un para siempre”. Ese es el tipo de relaciones que me gustan, en las que no existen secretos pero sí mucha unidad y amor sin medida. Me ofrezco a dártelo porque no funciono de otra manera. No estoy para juegos de niños ni para amores incompletos o efímeros, ni mucho menos egoístas.
Tengo bastante para dar aún y sí tú eres la persona que desea acompañarme, me tendrás de pies a cabeza. Basta decir que no voy a aprovecharme de tus sentimientos y que yo también anhelo cuidarte, ser ese hombre que llene de alegría tus mañanas tanto como tus noches, tus labios de besos y tu cuello de una que otra mordida.
Sea lo que sea, ya que enojarme me resulta muy sencillo mientras vengas con esa sonrisa hermosa y me llenes de abrazos y besos, yo caeré enseguida. Más no quiero el tipo de decepciones como la de ayer, esas me cuestan bastante asimilarlas y causan un derrumbe en lo poco que llevo construido aquí dentro. Así que no dejes que vuelva a desmoronarme, por favor, no deseo confiar para nuevamente terminar en el suelo.
Te quiero, me gustas, me encanta esa facilidad que tienes para transformarme los días. Estoy experimentando algo que me anima el alma y tú eres la causante. Yo estaba medio muerto,¿sabes? Pero de a poco vas haciendo que mi corazón recuerde cómo latir.
Y dime por favor que será eterno; quiero que esto llegue tan lejos que incluso las nubes comiencen a sentir envidia de nosotros, que todos esos malos deseos que una vez nos fueron enviados queden impunes y que cada historia que en un sueño fue narrada, se vuelva realidad. Quédate conmigo, por favor; no te prometo días perfectos ni mucho menos la perfección entre nosotros. Te voy a hacer enojar, hasta vas a querer desaparecerme de vez en cuando. Pero, te aseguro que te voy a querer, cuidar y proteger, e incluso te voy a enamorar cada día con mis incontables defectos, cursilerías y locuras momentáneas, pues contigo conocí esa bella sensación de no querer encontrar a nadie más porque me sobran realmente las ganas de cada día enamorarte.
Ya no me importa nadie más, a partir de ahora tú eres mi todo, eres todo lo que siempre necesité y nunca obtuve. No necesito de nadie más porque tú existes, porque en ti existe algo peor, algo bonito, algo raro, algo sencillo y lleva la mitad del desastre que me faltaba.